Como señala Sánchez Vidal, la intervención es la actividad básica de la Psicología Comunitaria. Se campo de acción la ubica en un nivel intermedio entre los grupos y las organizaciones (por un lado) y la sociedad o el sistema social (por el otro). Así, define un ámbito de intervención que le es específico: la comunidad.
La intervención comunitaria es un proceso de cambio intencional (es decir, no es el resultado del azar), es planificado (ya que no surge del espontaneismo) y participativo (porque sus beneficiarios son, a la vez, actores de su propia transformación).
En muchas oportunidades, cuando se habla de ‘intervención’, se piensa en una acción relacionada con la imposición de una autoridad. Sin embargo, cuando hablamos de intervención comunitaria, por el contrario, nos referimos a un proceso que 1) realiza un aporte a la comunidad que ella no puede proveerse por sí misma, en el cual ella 2) participa activamente 3) para resolver los problemas que son sentidos por ella (y no los que el profesional desde fuera supone que la comunidad tiene)
Finalmente, diremos que los objetivos generales de la intervención comunitaria son a) desarrollar los recursos de la población, b) fortalecer sus organizaciones para que apoyen la satisfacción de sus necesidades y c) favorecer que éstas ocupen un rol activo en la transformación de sus propias condiciones de vida.
Bibliografía utilizada:
Chinkes, S., Lapalma, A. y Niscemboin, E. (1995). “Psicología Comunitaria en Argentina. Reconstrucción de una práctica psicosocial”. En Wiesenfeld, E. y Sánchez, E. (comp.) Psicología Social Comunitaria. Contribuciones Latinoamericanas (27-67). Venezuela: Tripykos.
Lapalma, A. (2003). Encuadre en Psicología Comunitaria. La intervención multinivel. Ponencia presentada en el XI Congreso Argentino de Psicología de la Universidad Católica de Cuyo. San Juan, Argentina.
La intervención comunitaria es un proceso de cambio intencional (es decir, no es el resultado del azar), es planificado (ya que no surge del espontaneismo) y participativo (porque sus beneficiarios son, a la vez, actores de su propia transformación).
En muchas oportunidades, cuando se habla de ‘intervención’, se piensa en una acción relacionada con la imposición de una autoridad. Sin embargo, cuando hablamos de intervención comunitaria, por el contrario, nos referimos a un proceso que 1) realiza un aporte a la comunidad que ella no puede proveerse por sí misma, en el cual ella 2) participa activamente 3) para resolver los problemas que son sentidos por ella (y no los que el profesional desde fuera supone que la comunidad tiene)
Finalmente, diremos que los objetivos generales de la intervención comunitaria son a) desarrollar los recursos de la población, b) fortalecer sus organizaciones para que apoyen la satisfacción de sus necesidades y c) favorecer que éstas ocupen un rol activo en la transformación de sus propias condiciones de vida.
Bibliografía utilizada:
Chinkes, S., Lapalma, A. y Niscemboin, E. (1995). “Psicología Comunitaria en Argentina. Reconstrucción de una práctica psicosocial”. En Wiesenfeld, E. y Sánchez, E. (comp.) Psicología Social Comunitaria. Contribuciones Latinoamericanas (27-67). Venezuela: Tripykos.
Lapalma, A. (2003). Encuadre en Psicología Comunitaria. La intervención multinivel. Ponencia presentada en el XI Congreso Argentino de Psicología de la Universidad Católica de Cuyo. San Juan, Argentina.
Sánchez Vidal, A. (1991). Psicología Comunitaria. Bases conceptuales y operativas, métodos de intervención, métodos de intervención. Barcelona: PPU